De la región, que abarcaba en su momento el Virreinato del Río de Plata, sólo los integrantes de la Liga Federal (la Banda Oriental, Corrientes, Entre Ríos, Misiones y Santa Fe), no enviaron sus representantes al Congreso de Tucumán de 1816. ¿A qué se debió esto?
La explicación se encuentra en la situación conflictiva que mantenía la Liga Federal con el gobierno central de Buenos Aires. Sólo la provincia de Córdoba -que también se consideraba miembro de la Liga- envió sus representantes, todos ellos de clara inclinación hacia el federalismo.
En el caso de Paraguay éste ya era un territorio independiente de hecho, tanto de España como de las Provincias Unidas. En 1813, mediante un Congreso Nacional, había cambiado su nombre de Provincia del Paraguay al de República del Paraguay. El gobierno de José Gaspar Rodríguez de Francia, en quien se inspiró Roa Bastos para su novela «Yo el Supremo», era contrario a toda vinculación con Buenos Aires.
El conflicto que mantenían la Liga Federal, bajo el liderazgo del caudillo Gervasio Artigas, y Buenos Aires tuvo un capítulo previo al Congreso de Tucumán en la Asamblea del Año XIII. En esa ocasión, Artigas les dio una serie de instrucciones a sus diputados que consistían básicamente en lo siguiente: declaración de la Independencia, libertad civil y religiosa, organización política federativa, Estados autónomos y que Buenos Aires no fuese la sede del gobierno central.
El hecho de que Artigas le hubiese dado instrucciones habiéndose declarado la Asamblea soberana fue usado para rechazar los diplomas de los diputados orientales, además del argumento de la nulidad de la elección de éstos por haberse realizado en un campamento militar.
Posteriormente, el gobierno de Buenos Aires en mayo de 1815, planteó reunir el Congreso en una provincia del interior y se eligió para ello a Tucumán. La explicación fue de que quedaba aproximadamente en el centro de la región que abarcaban las Provincias Unidas del Sud y que, además, estaba protegida por el Ejército del Norte que tenía aquí su cuartel general. También, sin duda, se tuvo en cuenta que era una ciudad que se encontraba muy lejos de la influencia de Artigas.
Por su parte, el caudillo oriental, el 29 de junio de 1815, reunió en Arroyo de la China, hoy Concepción del Uruguay, en la provincia de Entre Ríos, el Congreso de los Pueblos Libres llamado también Congreso de Oriente. Fue convocado por Artigas para tratar la organización política de los miembros de la Liga Federal, el comercio interprovincial y con el extranjero; el papel de las comunidades indígenas en la economía de la confederación; la política agraria y la posibilidad de extender la confederación al resto de las provincias. También se las invitaba a sumarse al sistema federal que proponían.
Para Pacho O’Donnell, quien escribió la biografía «Artigas. La versión popular de la Revolución de Mayo», la primera Declaración de la Independencia de nuestra patria se produjo en el citado “Congreso de los Pueblos Libres”. O’ Donnell considera que esto no va en desmedro de la significación y trascendencia del 9 de Julio de 1816, ya que estos acontecimientos, históricamente, lejos de enfrentarse se completan.
Por su parte, el historiador Roberto Cortés Conde también considera que la independencia de las Provincias Unidas del Sud es un proceso largo y complejo en el que el Congreso de los Pueblos Libres de 1815es un jalón sin duda importante. Pero considera que no se puede afirmar que el Congreso de Oriente haya dado la primera declaración independentista de las Provincias Unidas, ya que las actas se perdieron y por lo tanto no se conocen las conclusiones de éste. Señala, además, que en una carta enviada el 30 de junio de 1815 al Cabildo de Montevideo (Concepción del Uruguay) Artigas no menciona en ella una posible declaración de la Independencia; lo mismo ocurriría en misivas escritas por los delegados de Córdoba y Santa Fe a sus respectivos gobiernos.
Sin embargo, para O’Donnell, el hecho de que ninguna de las provincias que asistieron al Congreso de los Pueblos Libres, salvo Córdoba que estuvo presente en los dos, concurriera después al de Tucumán es evidencia de que ya consideraban cumplido el propósito independentista. También destaca tres hechos más a favor de su tesis.
Las instrucciones que llevó el delegado santafesino al Congreso de Oriente reproducían casi literalmente las enviadas a la Asamblea del Año XIII reunida en Buenos Aires: “1º Pedirán la declaración absoluta de la independencia de la Corona de España y familia de los Borbones”.
Cuando Artigas tomó conocimiento de la Declaración de la Independencia en San Miguel de Tucumán el 9 de julio de 1816, escribió al director supremo en Buenos Aires, Juan Martín de Pueyrredón, el 24 de ese mes: “Ha más de un año que la Banda Oriental enarboló su estandarte tricolor y juró su independencia absoluta y respectiva. Lo hará V.E. presente al Soberano Congreso para su Superior conocimiento”.
El Cabildo de Corrientes dejó sentadas las conclusiones de los debates sostenidos en Concepción del Uruguay en las que se señala que teniendo en cuenta las ideas de Artigas: “Las cuales ni son opuestas al sistema esencial de la América ni distintas de las que se adoptaron en la primera época de la instalación del gobierno provisorio de la capital de Buenos Aires, se resolvió declarar la independencia bajo el sistema federativo y al General Don José de Artigas por Protector”.
Cualquiera sea el peso que se le dé a los argumentos, a favor o en contra, de que en el Congreso de los Pueblos Libres se haya Declarado la Independencia no se puede negar la importancia de éste en nuestra historia y que destacarlo e investigar sobre él no supone de ningún modo deslucir la trascendencia histórica y simbólica del 9 de Julio de 1816.